Trump firma su megaley fiscal que otorga más fondos para inmigración en una ceremonia el 4 de julio en la Casa Blanca La medida prevé recortes a ciertos impuestos, como los pagados por millonarios o por recibir propinas, y alista una mayor inversión en sistemas de defensa y en agencias migratorias.
WASHINGTON — El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este viernes su megaproyecto de ley fiscal y de presupuesto, que ha apodado “gran y bella ley”, durante una ceremonia que coincidió con los festejos del Día de Independencia.
La ley prevé recortes a ciertos impuestos, como los pagados por millonarios o por recibir propinas, y alista una mayor inversión en sistemas de defensa y en agencias migratorias, costeados en gran medida por un menor presupuesto para programas sociales como.
Medicaid y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, en inglés). La ceremonia de firma en la Casa Blanca estuvo llena de toques de patriotismo, como un sobrevuelo de un avión bombardero B-2 y dos jets F-35 de las Fuerzas Armadas, y contó con la presencia de congresistas republicanos como Mike Johnson, presidente de la Cámara Baja, y Steve Scalise,
líder de la mayoría en el Senado, que ayudaron a que la ley fuera aprobada por apenas unos pocos votos. “Nuestro país ha tenido mucho que celebrar este Día de la Independencia, al cumplir nuestro año 249. Estados Unidos está ganando y ganando y ganando como nunca antes”,
opinó Trump al firmar el paquete fiscal. “Hemos hecho oficiales los recortes a impuestos de Trump, que son los más grandes en la historia de nuestro país”, aseguró sin dar evidencia.
“Vamos a romper todo tipo de récords económicos y ya que entre en vigor esta ley la economía va a despegar como si fuera cohete”, agregó el mandatario. El paquete fiscal fue aprobado por el Senado este martes en un voto de 51 votos a favor y 50 en contra (el vicepresidente JD Vance tuvo que ir a votar para romper el empate entre los 100 senadores).
Dos días después la Cámara de Representantes pasó la medida con 218 respaldos y 214 rechazos, números prácticamente iguales a la cantidad de legisladores del Partido Republicano frente a los del Demócrata,
para entregarle la medida a Trump para firmar el 4 de julio, cuando él había había autoimpuesto su fecha límite. La firma del paquete fiscal por parte de Trump puso fin a un proceso de varios meses en el que hubo disputas políticas entre algunos republicanos sobre si la ley debía o no ser aprobada.
Estimados de la Oficina del Presupuesto del Congreso de que las medidas de Trump aumentarán el déficit público de Estados Unidos en 3.3 billones de dólares hacia la siguiente década y preocupaciones entre algunos republicanos moderados sobre qué impacto tendrá.
la aprobación de los fuertes recortes a la red del seguro social de la que millones de estadounidenses dependen. La Oficina de Presupuesto del Congreso también estimó en su análisis de la megaley de Trump que 11.8 millones de personas dejarán de tener cobertura de seguro médico debido a los recortes a Medicaid.
Una serie de encuestas recientes sugiere que la ley de Trump tiene muy poca popularidad entre el público civil: un sondeo de la Universidad Quinnipiac encontró que el 53% de los estadounidenses con registro para votar están en contra del paquete fiscal y solo 27% dicen estar a favor.
Líderes del Partido Demócrata están diciendo que eso abre la puerta a cambios políticos para las elecciones legislativas de 2026. “Ni una sola parte de la gran y horrible ley de Trump hará la vida más costeable para los estadounidenses de a pie y esa es solamente.
una de las razones por las que los demócratas de la Cámara Baja dicen ‘ni de chiste’ a esta legislación”, dijo Hakeem Jeffries, el líder de la bancada minoritaria demócrata, durante un discurso de varias horas que dio en un intento de postergar la aprobación del paquete fiscal.
“Decimos ni de chiste esta semana, dijimos ni de chiste la semana pasada y seguiremos diciendo que ni de chista a este esfuerzo por lastimar al pueblo”, declaró Jeffries. Por su parte, los republicanos han estado diciendo —
un día después de que votaron a favor de la ley— que convendría hacerle cambios a la legislación. El vicepresidente, JD Vance, dijo este viernes que Trump “promueve su reforma, ve cómo le va y de ahí está dispuesto a tener conversaciones para mejorarla”.